Erase una mujer que vivía siempre dispuesta a ayudar a los demás, incluso cuando nadie se lo pedía, hasta que un día, esa Súper Mujer renunció, decidió romper las cadenas que la ataban y que… ella misma se había colocado.
Cómo se convirtió en Súper Mujer
Siendo la mayor de cinco hermanos, de niña tuvo que ayudar a su madre con los quehaceres de la casa y con sus hermanos menores; creyó que esa era su obligación convirtiendo este acto en su misión de vida.
El tiempo transcurrió y ella se convirtió en una Súper Mujer. Se preocupó por su crecimiento espiritual y profesional, pero siguió apoyando a los demás; ayudaba a sus hermanos, amigos y compañeros de trabajo, familiares, parejas y a muchísimas personas más. Incluso la carrera que eligió le impulsó a querer salvar el Planeta.
Un día descubrió que todos podemos cambiar y crear la vida que queremos vivir, así que trabajó en esto, busco, hurgó, investigó, aplico lo aprendido y vio que era bueno, se esforzó un poco más y comenzó a ayudar a los demás a comprender que ¡“Vivir la vida que queremos” era posible!, al final del día aquellas personas eran como sus hermanos menores, necesitaban su ayuda y Súper Mujer tenía que darles las herramientas y enseñanzas que necesitaban para hacer sus sueños realidad.
Con el tiempo, esta Súper Mujer libró batallas con su ego y fue alcanzando el crecimiento y el éxito que pueden mantenerse en equilibrio y en el tiempo, seguía igualmente esforzándose porque continuaba apoyando a su familia cada vez que necesitaban algo, siempre dispuesta a resolver sus problemas y complacerlos, sin pensar siquiera en pedir nada a cambio.
Pero un día…
Un día meditó y cayó en cuenta de que se estaba quedando vacía emocional, energética y económicamente.
Ella seguía siendo la hermana mayor al cuidado de sus hermanos; le agradaba verlos felices, pero pensó que había otras opciones. Sus hermanos eran adultos y podían resolver su propia vida, ella no tenía la obligación de ayudar a nadie, era hora de comenzar a establecer límites en su vida para los demás, para ella y para su bondad.
Trabajó internamente, revisó sus sentimientos y qué detonaba esa imperiosa necesidad de ayudar a los otros, entonces, se dio cuenta de que esa era la forma en que aprendió a lograr la atención de sus padres.
Se dio cuenta de que había querido comprar la atención y el amor de otros y que al hacerlo se había dejado de lado a sí misma, sintiéndose vacía por dentro.
No era que las personas tomaban de ella, sino que ella daba todo por decisión propia, buscando obedecer la voz de su mamá para lograr que ésta la amara como ella veía que amaba a sus hermanos.
Ese día lloró mucho, se sintió muy triste, cansada y desgastada por décadas de un esfuerzo innecesario.
Procesó sus emociones; su miedo de niña, ante la responsabilidad de cuidar de sus hermanos; su miedo de madre soltera, ante la responsabilidad de criar sola a su hija y su miedo de mujer mayor ante la incertidumbre de iniciar una nueva vida, en otro país, sola.
Se dio cuenta de que era irresponsable para con ella misma al querer proteger y complacer a otros sin considerar sus propias necesidades primero.
Y entonces tomó una decisión que cambió su vida
Pues ese día decidió dejar de maternar a otros y comenzar a maternarse a si misma. Dejar de complacer a otros y comenzar a complacerse y a protegerse a si misma.
En ese momento soltó su historia de que otros la necesitaban o que otros no podían hacer nada sin ella y comenzó a escribir una nueva historia para su vida.
Ese día decidió decir NO a lo que significaba dar sin recibir nada a cambio y comenzar a ser espléndida consigo misma.
¡Ese día renunció a ser Súper Mujer!
Soltó las cargas que llevaba sobre si queriendo salvar a todos y sentirse necesaria como forma de sentirse amada.
Ese día comenzó a vivir siendo ella, a escribir un nuevo capítulo en su vida y a vivir con más sentido y fluidez y el amor verdadero llegó a su vida cuando menos lo esperaba, un amor compañero, sin necesidades, un amor que no pide nada a cambio.
Y sigue viviendo feliz y plena, aunque aún quiere apoyar a quienes lo deseen a crear una vida plena, a levantarse cada mañana con entusiasmo ante el día que les espera e irse a la cama con una sonrisa de satisfacción por quienes son, lo que hacen y lo que han logrado, así como ella lo hace. Sin embargo, ahora sólo apoya a aquellos que vienen a ella con intención real de crear esa vida.
Si crees que estás lista para crear esa vida, vamos a tomarnos un cafecito virtual y hablemos.
6 comentarios
Carmita, admiro tu energía resuelta a ser la creadora de tu bienestar, desde la capacidad de amar y ser amada. He sentido ese poder que infundes, cuando me has acompañado a lograr reconocer que, todo arranca desde mí integración personal y desde allí servir a mis semejantes, al compartir lo mejor que soy capaz de ofrecer a otros. Gracias!!!
Qué bellas palabras Santiago, muchas gracias!
Que bella historia! Nunca es tarde para comenzar mejor. Abraço
Gracias Erika, la vida es un constante aprender y desaprender 😉
….Y desde ese día es muuuuuy feliz! olé tú y esa capacidad que tienes de transmitir y enseñar. Gracias por regalar estas lecturas tan nutritivas. 😉
Gracias Les por leerme y por conectar con mis palabras. 🥰😘